Entre la pandemia por COVID-19 y la falta de ayuda por parte de la familia, doña Catalina Ricardo González, vecina de San Cristóbal Huichochitlan tiene que elaborar bolsas de plástico para sobrevivir.
Sentada en el suelo, en una de las calles aledañas a la delegación, doña Catalina teje la bolsa, a la cual, le invierte alrededor de 70 pesos, realizando dos por día, con un precio al público de 20 pesos.
“Es más lo que invierto tanto en dinero como en tiempo para elaborar una bolsa, que lo que gano por ella, pero al menos me da para comer, porque no cuento con otro tipo de ayuda”.
Soportando las inclemencias del tiempo, por la mañana el frío y por la tarde los rayos el sol, la señora de más de 60 años, señaló que tiene hijos, pero ninguno de ellos le ayuda económicamente, por lo que se ve en la necesidad de realizar alguna manualidad para venderla y poder tener dinero para medio comer.
“Es más lo que gasto en comprar las varitas de plástica para realizar las bolsas, que lo que puedo sacar de ganancia, pero de esa forma estoy ocupada y me siento útil, porque aún tengo ganas de seguir trabajando para mantenerme”.
De igual forma la señora Juan Irene Flores González, quien vende golosinas en el mismo lugar, señaló que su compañera de trabajo tiene hijos pero no se hacen cargo de ella y diariamente se hacen compañía; ambas se encuentran resguardadas a bajo de una sombrilla para cubrirse del sol o lluvia según sea el caso.
“No tenemos ningún tipo de apoyo por parte del gobierno, no tenemos ni siquiera ayuda por parte de las autoridades municipales, por eso nos vemos obligadas a realizar actividades que nos den para medio vivir”.