Alfredo, perdió la vista, pero no las ganas de salir adelante, busca trabajo o apoyo para reunir dinero y montar su panadería después que solicitó un préstamo con el gobierno estatal, pero nunca obtuvo una respuesta.
El hombre de 47 años de edad, se quedó ciego a consecuencias de la diabetes que padece, ello, le ha cerrado prácticamente todas las puertas, nadie quiero ofrecerle un empleo pese a que puede valerse por sí mismo.
A diario sale de su casa en la Loma II en Almoloya de Juárez para llegar hasta los emblemáticos Portales de Toluca en busca de una oportunidad, la pandemia ha complicado aún más encontrar una vacante.
Sin embargo, el padre de cuatro hijos no ha claudicado y busca juntar recursos para poner su negocio, gracias al oficio que aprendió, sueña que junto con su mujer y una hija lo atiendas para hacerlo prosperar.
«Metí todos los documentos que me pidió el gobierno, pero nunca hubo ayuda, no quiero que me regalen el dinero solo necesito un financiamiento tener mi local y pagarlo poco a poco», dice desesperado el papá.
Además, está dispuesto a realizar alguna otra actividad como lavar platos, su discapacidad no hará que baje los brazos por el contrario será su motor para seguir hasta conseguir sus metas.