Los países árabes lamentan que el Líbano no haya avanzado judicialmente en la investigación para responsabilizar a los culpables por la explosión en el puerto de Beirut, una tragedia que ocurrió hace justo un año, y que vive en un continuo estancamiento político que le puede llevar a sufrir «consecuencias nefastas».
En una nueva conferencia internacional de ayuda al Líbano, que se celebra de forma virtual y justo un año después de la explosión en el puerto de Beirut, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, afirmó en un discurso que el Líbano «permanece lamentablemente sin cambios después de un año de esta tragedia», que dejó más de 200 muertos y la mitad de la capital destruida.
Indicó también que «es lamentable que casi no se haya avanzado al revelar la verdad y los responsables que perpetraron este crimen contra el pueblo libanés».
En su alocución, señaló que «el pueblo libanés se merece algo mejor de lo que recibió y que todos conocen la salida de este peligroso callejón al que se enfrenta el país, pero algunos todavía insisten, desafortunadamente, en anteponer su interés político por encima del libanés».
Para finalizar, Abulgueit instó a la clase política libanesa «a hacer una pausa consigo misma para salvar al país antes de que caiga en unas consecuencias nefastas» y destacó que «aún es posible salir de la crisis actual».
Por otro lado, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, señaló en otro discurso en la conferencia que la comunidad internacional está «lista para apoyar al Líbano tan pronto como se forme un nuevo gobierno», ya que el país lleva un año sin ejecutivo.
Hasan Diab dimitió días después de la tragedia y desde entonces, han sido designados tres personas como primer ministro, entre ellos el histórico Saad Hariri, quien se retiró del cargo hace unas semanas tras nueve meses de impás.
«El verdadero desafío al que se enfrenta el Líbano actualmente es el estancamiento político que atraviesa», sostuvo Al Sisi.
Al inicio de la conferencia, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció en un discurso en el marco de la conferencia que su país movilizará en los próximos 12 meses 100 millones de euros en apoyo directo a la población libanesa, pero advirtió de que no habrá ningún «cheque en blanco» en beneficio del sistema político de ese país.
Por su parte, el presidente libanés, Michel Aoun, afirmó que el Líbano cuenta con la ayuda internacional que se le brinda, la cual agradeció, y pidió que no les abandonen ya que el país vive uno de los peores momentos de su historia.
La situación en el país mediterráneo se ha deteriorado mucho tras la explosión y en las últimas semanas un nuevo agravamiento de la crisis económica iniciada en 2019 ha hundido al país en una crisis de combustible, medicinas o electricidad mientras se sigue disparando la inflación por la pérdida de valor de la moneda local frente al dólar. Esta conferencia coorganizada con Naciones Unidas es la tercera tras las celebradas el 9 de agosto de 2020 y el 2 de diciembre de ese año y congrega a unos 40 representantes de países y organismos internacionales.