La pesadilla de Juanito, duró más de un año, el maltrato y esclavitud que sufría a manos de su padre y madrastra le ha dejado indelebles marcas en su piel que pueden verse en cualquier parte de su cuerpo.
El menor de edad, sufrió golpes, cortes en las manos con un cuchillo, jalones de pelo, era torturado con alambre de púas, según las cicatrices, bañado con agua fría y no comía, además, dormía afuera de la casa abajo del lavadero.
El relato ha horrorizado a la comunidad de San José Buenavista El Grande en el municipio de Temoaya, el pasado domingo logró liberarse cuando lo dejaron trabajando, mientras el papá salió a pasear con su pareja.
Las cicatrices eran provocadas con cualquier objeto pese a cubrir con una jornada de trabajo no recibía alimentos sino vejaciones por su progenitor y su mujer, la familia se dedica a la fabricación de piñatas.
«En una ocasión, lo enchilaron moliendo chile, después que intentó agarrar un poco de comida, otra vez le metieron un palo hasta la garganta por tomar una manzana», relató uno de los vecinos de la localidad.
Los responsables, Santos y Tania ya son buscados por las autoridades después que el caso se hiciera público luego de ser difundido a través de las redes sociales por los pobladores que exigen justicia por el menor.
El adolescente actualmente se encuentra bajo cobijo del DIF municipal donde recibe ayuda médica y psicológica en lo que concluyen las indagatorias para determinar la custodia de Juanito.