Una vez que el Poder Judicial del Estado de México reabrió sus puertas después de cuatro meses sin laborar, abogados y público en general abarrotóaron las instalaciones del juzgado familiar y civil.
Desde temprana hora se pudieron observar largas filas en dichos juzgados, pues después de que inicio la contingencia sanitaria por COVID-19 desde el pasado mes de marzo, muchos trámites y procesos quedaron pendientes.
Aun cuando las autoridades llamaron a respetar la sana distancia en la reapertura de dependencias, hubo quienes pasaron por alto las indicaciones, así como la recomendación del titular del PJEM de solo dar servicio al 50 por ciento.
Sin embargo la falta de agilidad por parte del personal del Poder Judicial provocó que las largas filas fueran interminables y que los usuarios tuvieran que permanecer por largos espacios de tiempo.