El cantante de regional mexicano Larry Hernández atribuyó al alcoholismo las situaciones que le trajeron consecuencias graves, como el hecho de haber pisado la cárcel años atrás, por lo cual, lo dejó desde hace cuatro años.
“A veces yo creo que tomaba por pasar el tiempo, llegaba a mi casa y no probaba el alcohol, en cambio, terminaba borracho en los conciertos. Además, entre las cosas que solicitaba para mis presentaciones siempre había cuatro botellas de tequila, dos de whisky, entre otras cosas”, contó.
En entrevista telefónica desde Los Ángeles, ciudad estadunidense donde radica a lado de su esposa y sus hijas, confesó que él tenía la idea de que en sus presentaciones debía beber alcohol para dar pie a que el público también lo hiciera y así le fuera bien al empresario.
Señaló que en una ocasión en un foro de Estados Unidos rompieron récord en consumo de alcohol, «me felicitaron los dueños, estaban muy contentos, porque también de la venta de alcohol ganan muchos de los que nos contratan”.
El cantante de temas como El baleado, Carita de ángel, Mal encachado y buchón, recordó que comenzó a ingerir bebidas alcohólicas desde los 16 años de edad con su tío, en el rancho donde vivía su familia en Sinaloa.
“A escondidas de mi mamá tomaba y a veces llegaba medio borracho a la casa y a ella se le hacía raro. Después oía que estaban peleando mi mamá y mi tío porque era él quien me daba de tomar”, narró.
En 2015, a sus 38 años, Larry pasó un mes en un Centro de Detención del Condado de Newberry, en Carolina del Sur, y posteriormente condenado a libertad condicional y a pagar una fianza de 200 mil dólares, por haber golpeado y secuestrado a un organizador de conciertos que le dio la mitad de la paga acordada por su espectáculo.
“El problema que me llevó a la cárcel fue por estar alcoholizado y haber sufrido lo que sufrí, porque fue un grupo de personas que se juntaron para hacerme daño, y sí, yo sé que el alcohol fue lo que me llevó a eso, porque estaba borracho, ¿qué voy a hacer? ¿voy a seguir tomando?, pues no”, dijo a Notimex.
“No digo que hoy soy un padre ejemplar, que soy una persona espectacular, pero a través de mis caídas he visto la solución”, reconoció el protagonista del «reality» Larrymania, que hasta el momento cuenta con siete temporadas.
“Es una gran responsabilidad hacer un ‘reality’, porque la gente percibe que he pasado por momentos duros, pero bendito Dios me he levantado. Esta es la vida, a todos nos puede pasar y en un segundo puede cambiarte todo”, afirmó.
Sin embargo, agradeció que lo que pasó, porque gracias a eso ahora es otra persona, y de eso se da cuenta en algunas las fotografías, y como ejemplo citó que al ver una imagen de 2014 tomada en Arizona hasta le dijo a su esposa: “¡Mira!, hace cinco años que pinche mirada tenía”.
Aunque indicó que muchos piensan que las cosas son diferentes a una determinada edad, el también interprete de narcocorridos señaló que son los golpes de la vida los que van moldeando a las personas.
“Llevo cuatro años que no consumo bebidas alcohólicas, estamos hablando de emborracharme”, y platicó que apenas en un restaurante le ofrecieron una copa de vino y se la tomó sin problema, lo cual no podía hacer antes porque se tomaba una, seguida de otra y llegaba a su hotel en busca de más alcohol hasta terminar borracho.
Indicó que ahora en las reuniones ya no hay alcohol, como en el caso de las fiestas de sus hijas. “Teníamos la costumbre de que si hay un cumpleaños número tres de nuestro hijo, ahí estaba una hielera con bebidas para nuestros amigos, para nuestros compadres. Hoy mis reuniones se disfrutan porque está fuera de mí el alcohol”.