Víctor Torres Meza, director del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CEVECE), dijo que los números registrados en el tema de suicidios es sólo la punta del iceberg de los problemas de salud mental que se tienen en México.
En el marco del mes para la prevención del suicidio, comentó que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), por cada suicidio consumado, hay por lo menos 20 personas que intentaron quitarse la vida, «los números que actualmente se tienen en el tema de suicidios, es sólo el inicio del problema de salud mental».
El funcionario comentó que la cifra de suicidios consumados refleja parte del problema, ya que hay casos donde el reporte de la persona fallecida es por causa de intoxicación aguda por plaguicidas, caída accidental de un puente o inclusive accidente automovilístico contra un árbol en una recta de 40 kilómetros, cuando en realidad se trato de alguien que quiso suicidarse y lo logró.
«De acuerdo a información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por cada suicidio consumado, hay por lo menos 20 personas que intentaron quitarse la vida y no lo lograron», dijo.
Esto quiere decir, refirió, que el problema de salud sexual no sólo tiene su expresión en los suicidios, sino también en el pensamiento suicida, sin embargo, en términos epidemiólogos no se pueden contar, porque además no se tienen registros de ingresos hospitalarios por esta causa.
“Hay gente que intenta suicidarse pero va al centro de salud o al médico, pero no se reporta como eso y aunque esta asociado a problemas de depresión”, indicó.
Torres Meza, señaló que la ola de problemas de salud mental se agravaron con la pandemia, derivado del aislamiento obligado por el Covid-19, mismo que ha afectado principalmente a los adultos mayores quienes debido a las enfermedades crónico degenerativas fueron abandonados en sus hogares.
Finalmente indicó que de acuerdo a cifras el año 2018 se registraron en el Estado de México 584 casos de suicidio, mientras que para el año 2019 aumentaron a 715 casos y para el año 2020 la cifra llegó a los 832 casos, según cifras de INEGI.
Por lo que la prevención del suicidio debe ser una prioridad, ya que algunos factores pueden contribuir al aumento del riesgo de suicidio, estos son: aislamiento social, disminución de acceso al apoyo religioso y de comunidad y barreras de atención para el tratamiento de la salud mental.