
El obispo de la diócesis de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos hizo un llamado a los feligreses a no confundir el ayuno con dieta.
Es necesario, dijo, que los feligreses en esta Cuaresma no confundan el ayuno con la dieta, pues el verdadero ayuno consiste en la caridad, “hay tres elementos que nos van a ayudar a prepararnos a la celebración de la pascua que es el ayuno, oración y caridad”.
Chavolla Ramos, comentó que la ceniza recuerda que el hombre es caduco y no eterno, pero también es signo de arrepentimiento y por ende, de conversión; “el miércoles de ceniza es una de las tradiciones más fuertes y arraigadas del pueblo católico, de ahí la gran cantidad de personas que acuden a los templos a tomar la ceniza”.
Monseñor recordó a los fieles católicos que el ayuno no solamente es privarse de alimento, pues el verdadero significado consiste en la caridad, es decir, que se prive de la comida y dárselo al hermano que le haga falta, hay que compartir y no solo hacer “dieta”.
Mientras que el llamado a la conversión no es sólo para los delincuentes, pues hay más pecadores que delincuentes, “si la sociedad busca un cambio, la sociedad debe recurrir a la conversión. A veces pensamos que son los delincuentes los que tienen que reconvertirse, pero no, somos todos, empezando por los periodistas”.
Cabe destacar que en la homilía durante la ceremonia religiosa celebrada en la Catedral, estuvo acompañado por el obispo auxiliar de Toluca, monseñor Maximino Martínez Miranda y el vicario general de la diócesis local, monseñor Guillermo Fernández Orozco, donde describió a los presentes los significados de la ceniza.
Dijo: la ceniza recuerda que el ser humano es caduco y por ende, no es eterno en este mundo; la ceniza nos recuerda que un día nos vamos a encontrar con la muerte y por eso al imponer la ceniza escuchan las palabras de: eres polvo y en polvo te convertirás.
La ceniza también recuerda la conversión, “antiguamente los hombres y mujeres de un pueblo que querían convertirse a Dios se llenaban de ceniza como signo de arrepentimiento, ya que buscaban la misericordia de Dios, reconocían sus pecado y pedían perdón”.
Por lo que exhortó a la feligresía católica para buscar la reconciliación con Dios y con su hermano, “Dios nos llama a corregir nuestra vida, pero también a reconciliarnos con Dios”, finalizó.