«Te quiero ver, vuela muy alto», dice uno de los globos que fueron soltados por los amigos y compañeros de Fernanda en el panteón donde fue sepultada después de ser asesinada en el municipio de Almoloya de Juárez.
El féretro de la adolescente de 16 años de edad, fue cargado a hombros desde su domicilio al camposanto de la comunidad de San Miguel Almoloyan acompañado de cientos de personas que acompañaron a la familia.
Sin embargo, también fue llevado junto al ataúd de su tío que padecía una enfermedad crónica pero al enterarse del feminicidio de su sobrina se puso mal y no resistió «murió de la impresión», dijo una mujer.
En el cortejo fúnebre no faltó la música de mariachis, además, de un sonido llevado en una camioneta, al paso de la caravana le echaban flores, un grupo de jóvenes portó una mata «Ni una menos, te queremos Fer».
El crimen de la estudiante del tercer semestre de preparatoria ha indignado a los habitantes de San Miguel Almoloyan, ubicado en la entidad más peligrosa para las mujeres, la mayoría de los casos siguen impunes.
El domingo, la menor de edad, habría sido interceptada y llevada hacía una área boscosa cuando sus padres la esperaban a menos de un kilómetro después de salir de trabajar en un negocio de uno de sus tíos.
Ahí, junto a una escuela, fue abusada sexualmente y asfixiada por estrangulamiento, dice la ficha inicial de las autoridades de Justicia del Estado de México, no hay mayores pistas del agresor.