
A pesar de que el Lic. Andrés Manuel Obrador ha señalado en repetidas ocasiones que el desabasto de combustibles pronto se normalizará en la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Querétaro, las acciones del Gobierno Federal no han sido suficientes para erradicar las largas filas que diariamente se registran en aquellas gasolineras que si cuentan con el codiciado líquido.
Desafortunadamente parece que la lucha contra el huachicoleo y la delincuencia relacionada con dicha actividad jamás terminará, y mucho menos con medidas como las que está aplicando el gobierno. Por supuesto que todo lo que está sucediendo es un duro golpe para quienes se dedicaban al robo del combustible pero lamentablemente no abatirá en su totalidad a las grandes cabezas del negocio.
Hasta el momento, las acciones implementadas no han reflejado el verdadero objetivo del titular del Ejecutivo, ya que las denuncias y detenciones han sido aisladas, sin lograr la aprensión de alguien verdaderamente importante. Las investigaciones desarrolladas al día de hoy, relacionan a exfuncionarios, empresarios y políticos pero no se han revelado nombres a través de ninguna dependencia.
Es evidente que muchas cosas se están ocultando y que el gobierno está protegiendo nombres y apellidos que no valdría la pena ensuciar. La Cuarta Transformación se está quedando muy atrás de lo prometido pero no por culpa de quien la pugnó, sino por presiones que rebasan la competencia de la propia administración.
A pesar de todo, los mexicanos siguen y seguirán exigiendo que se normalice el servicio; sin embargo, el desabasto continuará por la inconciencia de muchos. Si el problema persiste el gobierno deberá tomar al toro por los cuernos, asumir su responsabilidad, juzgar y castigar a los culpables y aplicar acciones conjuntas con los empresarios para normalizar la venta.
Es necesario que todos seamos participes del cambio adquiriendo sólo el combustible que necesitamos, utilizando el vehículo sólo cuando se requiera, disminuyendo la carga de las cajuelas, transitando a baja velocidad, compartiendo nuestro auto, programando revisiones mecánicas periódicas, verificando la presión de las llantas, evitando el aire acondicionado, utilizando el servicio de transporte público, caminando, utilizando bicicleta o cualquier otra alternativa de transporte; pero sobre todo, actuando de forma responsable. Si lo hacemos evitaremos el desabasto y detendremos nuevos incrementos en los precios.
¿Cuántas semanas más serán necesarias para que las gasolineras puedan cubrir la demanda de combustible?