En España, cada vez hay una mayor percepción de la escena musical mexicana, la cual es variopinta y muy amplia, con una propuesta independiente muy fuerte, aseguró el director del Festival Monkey Week en Sevilla, Tali Carreto.
“La percepción de la música mexicana es mucho más amplia y más diversificada que la que hay en países como Chile o Colombia, porque hay una visión más concreta de la escena chilena que es más pop, o de la colombiana que es más reggaetón; en cambio, en México el abanico de posibilidades y de grupos de artistas es más amplio”.
En el caso de España, dijo, predominan el pop y el rock, aunque existen rachas o modas, como hace unos años en que toda la gente joven hacía garaje, y muchos de ellos terminaron en el Festival Marvin, como es el caso del grupo Los Nastys.
“Ahora en cambio hay mucha electrónica, está pegando muy fuerte el trap y el hip-hop, también está la fusión, como el fenómeno Rosalía, de crear códigos nuevos a partir de géneros como el flamenco, al igual que en festivales hay una representación muy variada, creo que de estilos también”, añadió.
Carreto aseguró que cada vez hay un puente mayor entre México y España, la relación es más estrecha y los vínculos más fuertes, en parte gracias a relaciones como la que tienen con el Festival Marvin, el cual se realizó el pasado fin de semana en la capital mexicana.
Además, por ese intercambio entre el Monkey Week, el cual es un encuentro multidisciplinario en torno a la música, el año pasado se presentaron tres bandas mexicanas, lo cual es buena oportunidad porque hay promotores que terminan fichando a grupos en estos festivales.
Sin embargo, destacó que ahora la relación va más allá de los festivales, porque se empieza a dar una relación entre instituciones, como ejemplo mencionó a la Acción Cultural Española, la cual colabora con el Festival Marvin con una misión comercial inversa, trayendo a México promotores españoles para conocer el talento mexicano.
“Fundaciones Sgae colabora por ejemplo con escenarios de Monkey Week que no sólo sirve para traer a grupos españoles, también ofrece la visibilidad de que formaciones mexicanas y otras de origen latino estén en ese escenario y vinculads al nombre de Monkey Week”, subrayó.
Pese a la distancia entre ambas naciones, Tali consideró que existe la suerte de que se comparte un idioma, lo cual es una gran ventaja, no sólo para las relaciones de negocio sino para crear escena, incluso para colaboraciones.
“Como el grupo mexicano Carmen Costa, sin ir más lejos, que está pensando en hacer cosas con un artista español, entonces tenemos mucha suerte y eso nos puede ayudar muchísimo a crear una escena española o mexicana, que fluya de un país a otro”, consideró.
De igual forma, el directivo reconoció que la escena de música independiente en España es igual de compleja que en México, pero desde hace algunos años los vínculos entre los profesionales son más fuertes.
“Tenemos la suerte de tener varias ferias en las que todos nos vemos en común y exponemos ahí los problemas que tenemos en la industria y eso ayuda a que comiences a ver que todos tiramos a la vez de un mismo carro”, platicó.
Una burbuja de festivales
En cuanto a la cantidad de encuentros musicales que cada vez es mayor, tan sólo este fin de semana en México y sus alrededores al tiempo que se realizó el Marvin, tuvo lugar el Festival Solar y el Pulso, indicó que se habla de una burbuja de este tipo de actividades, así como en su momento se presentó una burbuja inmobiliaria.
“Pero yo creo que no, porque además hay una diversidad tan brutal de eventos musicales, no sólo festivales, sino que hay ciclos; además, al final los festivales se traducen en una experiencia, como los boutique, gourmet o más especializados”, manifestó.
Tali Carreto mencionó que los festivales crean una escena propia y actualmente se está viviendo un momento muy bonito de esta escena, lo cual consideró que no es para mal, sino que existe una oferta tan atractiva como variada.
En el caso del Monkey Weeks indicó que el año pasado cumplió una década, y en noviembre se realizará su edición número 11, tiempo durante el cual se han consolidado como punto de encuentro para la industria, los profesionales y todos los que se dedican al mundo musical.
“También se ha convertido en un trampolín, tanto Monkey Weeks como Monkey Weekend, que es como su hermano pequeño, en el puerto de Santa María, y la realidad es que pasan una cantidad brutal de artistas pero que en años siguientes los ves ya tocando en festivales, como Rosalía, quien estuvo hace dos años en Monkey Weekend”, expuso.
Durante la celebración de su décimo aniversario pasaron bandas que en su momento fueron de «showcase», contó, pero que ahora son mucho más conocidas como Pony Bravo, muchas de las cuales también han girado en México.
“Para nosotros es un gustazo ver que esa condición, esa naturaleza de escaparate, de profesional o de trampolín, sirve y después de 10 años continuamos haciéndolo cada vez de una forma más coherente”, relató.
Aunque Tali confesó que conoce pocos encuentros mexicanos, en el caso del Festival Marvin consideró que el público que acude es el que en verdad está interesado en la música, lo cual se agradece.
“Creo que en los festivales de España también hay una vertiente a los cuales se va para disfrutar simplemente, para emborracharse y ver grupos, pero a lo mejor no están tan interesados en el fenómeno musical, pero sí hay un grupo que cada vez está mucho más educado y tiene mucho más interés”, agregó.
Como ejemplo citó, además del festival que dirige, el de Primavera Sound o el Tomavistas, a los cuales la gente va independientemente del cartel, porque saben que la experiencia y los grupos que van a descubrir les van a atraer.