Luego de algunos meses de ausencia, el actor mexicano Rafael Inclán vuelve a los escenarios ahora de la mano de Miguel Sabido, con la pastorela El abuelo y Juanita, puesta en escena con la que refrenda su amor por la actuación que durante cinco décadas le ha permitido estar en una constante aventura.
De esta forma el artista deja de manifiesto una vez más su capacidad actoral, en la que lo mismo puede hacer a un duro entrenador, como ocurrió en Fuera del cielo; o a un tremendo gánster, como Familia Gang, o a un amoroso padre en telenovelas como Mi marido tiene más familia.
Aunque sin duda su nombre también remite a una época muy particular en el cine mexicano, el de “las ficheras”, género que fue calificado por algunos críticos como el oscurantismo de la filmografía.
Pero, ¿quién es Rafael Inclán? A este hombre de cabello cano y amplia sonrisa no le gusta hablar mucho de los reconocimientos que ha recibido en sus más de cinco décadas de carrera, pero sí le encanta embarcarse en nuevas aventuras, como ahora con una pastorela.
“El actor está para trabajar, no se puede dar muchos antojos, porque si no se queda a tientas” –expresó Inclán en entrevista entre risas y con su jovial carácter que es su sello personal. También es un hombre a quien le gusta hacer las cosas bien y en serio, lo que lo ha llevado a ganarse el respeto del público y de la comunidad artística.
Su trabajo siempre ha hablado por él, motivo por el cual a lo largo de su carrera nunca ha buscado fórmulas para mantenerse vigente, simplemente ha ido aprendiendo y adecuándose a los tiempos.
Un artista lírico
Provenir de una familia de actores no era una garantía, por lo que tenía que esforzarse pues nunca fue un niño prodigio ni nada por el estilo, “pero sí había interés y la casualidad me llevó a los escenarios, un día faltó Arturo Cobos y tuve que sustituirlo, sin imaginar que ese sería el principio de todo esto.
“Cuando uno empieza son épocas difíciles y más porque yo no estudié, soy artista lírico y seguí los pasos de mi familia” –recordó el histrión, quien nunca supuso que su paso por los escenarios lo convertiría en un primer actor y menos porque cuando comenzó a transitar por el cine fue durante una de las épocas más criticadas.