La actividad en la zona de La Marquesa empieza a regresar a la normalidad, pues algunos negocios de comida ya abrieron sus puertas al público, ofreciendo sus productos para llevar o para consumirlos en el establecimiento.
Desde temprana hora, camiones de carga, autos particulares hasta de seguridad pública acudieron a realizar la compra de alimentos en los diferentes negocios ubicados en dicho lugar; lo curiosos del asunto es que durante el pico más alto de la pandemia por COVID-19, los establecimientos decidieron abrir sus puertas.
Dichos negocios -ubicados en dirección a la Ciudad de México- durante la mañana del jueves lucieron abarrotados en comparación a semanas anteriores, donde la sana distancia aún estaba en vigor, sin embargo y después de que la autoridad federal diera por terminada dicha medida el primero de junio, algunos negocios otra vez regresaron a la actividad.
“Decidimos abrir porque tenemos familia que mantener y es nuestra única fuente de empleo, además estamos cumpliendo con las medidas de higiene necesarias y con el 30 por ciento de los comensales, si es que deciden consumir sus productos en el establecimiento”, señaló uno comerciantes.
A más de 70 días de iniciada la contingencia sanitaria por COVID-19, las afectaciones que se tienen en el sector comercial en el Valle de Toluca son significativas, pues mucha gente se quedó sin empleo, sin poder abrir sus negocios y sin dinero para seguir manteniendo a su familia, por lo que a estas alturas de la pandemia lo que quieren es trabajar para obtener un poco de recursos.
“Estamos haciendo lo necesario para vivir, tuvimos que despedir a los empleados y entre la familia atender la cocina y los pedidos de la gente, hay quienes deciden comer aquí y no podemos negar a que lo hagan, pues la mayoría es gente que solamente pasa a almorzar para seguir su ruta al trabajo, además que la clientela es muy poca”.