La entrada en vigor hoy del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá abre una nueva página en sus relaciones comerciales, pero analistas advierten sobre la persistencia de tensiones entre los tres países.
El mecanismo (USMCA, por sus siglas en inglés; T-MEC en español), que se pone en marcha solo cuatro meses antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que estaba vigente desde 1994.
Mediante este nuevo pacto se establecen reglas adicionales en torno al comercio digital, hay cambios en las normas del punto de origen que determinan qué productos pueden comercializarse a través de las fronteras sin aranceles, y se reescriben los mecanismos laborales.
Pero medios estadounidenses de prensa señalan que este acuerdo, negociado tras los ataques del presidente Donald Trump contra el TLCAN, está lejos de ser un éxito asegurado, y sostienen que cualquier beneficio económico y aumentos de empleo están a años de distancia.
‘A pesar de que el acuerdo entra en vigencia formalmente, los temas polémicos que prolongaron las negociaciones resurgen como puntos conflictivos, incluidos los aranceles estadounidenses sobre los metales, las normas laborales de México, la protección de Canadá de su mercado lácteo y las nuevas normas sobre la producción automotriz’, indicó al respecto el diario The Wall Street Journal.
‘Los acuerdos comerciales tienen, por definición, la intención de proporcionar orden y certeza al mercado, pero el USMCA ya está generando controversia’, dijo a ese medio Jessica Wasserman, socia de la firma legal Greenspoon Marder LLP en temas de práctica comercial internacional.
Según esa experta, el enfoque de negociación comercial de la administración Trump ‘ha sido mantener a todos adivinando y nunca llegar a un cierre, por lo que tal vez no sea sorprendente que haya tantas cosas sin resolver’.
La publicación Politico señaló que el tratado entra en vigor en medio de tensiones entre Estados Unidos y Canadá debido a la reciente amenaza del ejecutivo de Trump de aplicar nuevamente aranceles del 10 por ciento a las importaciones de aluminio canadiense, los cuales se habían levantado en mayo de 2019.
Líderes empresariales de las tres naciones, en lo que fue visto como un mensaje claro a Trump, instaron ayer a las partes a evitar la imposición de tarifas ‘y otras barreras o medidas que socavarán los objetivos del acuerdo comercial integral y debilitarán la competitividad de América del Norte’.
Otros puntos de controversia son los existentes entre Estados Unidos y México en materia laboral, biotecnológica, de propiedad intelectual y de energía, en los cuales se esperan próximos enfrentamientos.