El regreso a la actividad comercial dentro de la nueva normalidad, se vive ya en municipios del norte del Estado de México que resultaron poco afectados por el CIVI-19 y que en su oportunidad bajaron cortinas para contener los contagios, pero sobre todo las muertes por esta enfermedad.
El municipios como Atlacomulco y San Felipe del Progreso la actividad comercial empieza a regresar con precaución y disposición para seguir laborado, pero sobre todo, generando recursos económicos que son de suma importancia para los habitantes.
En Atlacomulco por ejemplo la ciudadanía ha salido a la nueva normalidad con sus debidas precauciones, se ve en la calle gente con cubrebocas y en cada negocio hay filas de gente que cuida la sana distancia y espera a que le indiquen cuando es su turno.
La central de autobuses también presenta afluencia de pasajeros, quienes antes y después de bajar de las unidades deben usar el gel antibacterial o lavarse las manos con agua clorada, a fin de evitar contagiarse de CIVID-19.
Mientras que en San Felipe del Progreso la actividad comenzó justo esta semana, donde los comercios no esenciales y esenciales regresaron a la nueva normalidad, acatando las medidas sanitarias correspondientes.
Se pudo observar que en los negocios las cortinas de plástico son importantes para evitar que los clientes puedan dejar el virus, y de igual forma los encargados de los mismos establecimientos portan caretas y cubrebocas como medidas de protección personal.
En su oportunidad el alcalde Alejandro Tenorio refirió que gracias a las medidas que tomó la administración a su cargo de bajar las cortinas de negocios no esenciales, así como de cerrar por dos semanas el tianguis dominical, la zona logro contener las defunciones por coronavirus.