Un grupo de más de 200 científicos publicó este lunes 6 de julio una carta en la que asegura que los estándares de distancia social frente a la pandemia del covid-19 son “insuficientes” y pide a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se tome más en serio la investigación sobre la transmisión aérea del virus.
La misiva, adelantada este fin de semana a los diarios The New York Times y The ‘Washington Post y publicada este lunes en la revista científica Clinical Infectious Diseases, les pide a la comunidad médica y a los organismos internacionales reconocer los riesgos de transmisión del coronavirus más allá de dos metros establecidos como distancia de seguridad en la mayoría de países.
“Hacemos un llamado a la comunidad médica y a las organizaciones internacionales y nacionales a reconocer el potencial de extensión aérea del covid-19”, apuntan los expertos, que señalan específicamente a la OMS por no “reconocer la transmisión aérea” a excepción de ciertos procedimientos en hospitales.
“Estudios por parte de los firmantes y otros científicos han demostrado, más allá de cualquier duda razonable, que los virus son liberados durante la espiración, hablando y tosiendo en microgotas lo suficientemente pequeñas como para que se mantengan en el aire y supongan un riesgo de exposición a distancias mayores de los 1 o 2 metros”, señalan los 239 científicos firmantes.
La advertencia colectiva, liderada por la profesora Lidia Morawska, directora del Laboratorio de Calidad del Aire Internacional y Salud, asegura que “en velocidades interiores típicas, una gota de cinco micrones (un micrón es la millonésima parte de un metro) viaja decenas de metros”, con lo que cubre la totalidad de una habitación de dimensiones medias.
El grupo de científicos, que incluye expertos en epidemiología, virología y física de fluidos, se basa en investigaciones sobre casos de «supercontagio» del virus Sars-CoV-1, responsable de la epidemia de Sars de 2003, pero también del Sars-CoV-2, causante de la actual pandemia de covid-19 y responsable de más de medio millón de muertes en todo el mundo.