La manifestaciones a favor del establecimiento de un gobierno civil en Sudán, luego de la caída del presidente Omar al Bashir la semana pasada, aumentaron hoy en esta capital y otras ciudades del país, pese al compromiso de la Consejo Militar Transitorio de convocar elecciones en dos años.
Al grito de “¡Libertad!” y “Revolución”, miles de sudaneses, en su mayoría jóvenes, se plantaron este lunes en la sede del cuartel general del Ejército en Jartum para exigir la creación de una administración civil, mientras que muchos más tomaron las calles de otras ciudades con el mismo llamado.
La Asociación de Profesionales Sudaneses (SPA), al frente de las protestas, instó a los partidarios a frustrar cualquier intento del Ejército de dispersar la sentada en Jartum y evitar provocaciones, similares a las registradas en días pasado que terminaron con un saldo de 16 muerto y más de veintena de heridos.
«Esperamos que todos se dirijan de inmediato a las áreas de la sentada para proteger su revolución y sus logros», destacó SPA en un comunicado, en el que reiteró su llamado a la formación inmediata de un gobierno civil para reemplazar al consejo militar gobernante del país, informó la televisión Al Yazira.
El ministro de Defensa, general Awad Ibn Auf, confirmó el jueves pasado que presidente al Bashir, quien gobernó el país durante 30 años, había sido expulsado del poder por las fuerzas armadas, y puesto bajo arresto domiciliario en un lugar seguro.
En un mensaje a la nación, el también vicepresidente sudanés informó que las Fuerzas Armadas tomarían el poder del país por un periodo de dos años, al frente del nuevo Consejo Militar Transitorio, la suspensión de la Constitución de 2005, y la declaración de un estado de emergencia de tres meses.
Ante el temor de que el núcleo del antiguo régimen siga en el poder, la SPA llamó a los sudaneses a tomar las calles y exigir la disolución del consejo militar y la creación de un gobierno civil de transición, que mantenga al Ejército al margen de las decisiones importantes del país.
La Asociación también exigió el despido del fiscal general y el poder judicial de Sudán, así como la disolución del Partido del Congreso Nacional (NCP) de al Bashir, argumentando que los “objetivos de la revolución no pueden lograrse total y completamente frente a las manipulaciones de los remanentes del régimen»
“La demanda clave es la formación de un consejo civil para garantizar que la revolución se salvaguarda y se logren todos los objetivos», apuntó Taha Osman, miembro de la SPA.
Las protestas contra al-Bashir, quien llegó al poder en 1989, comenzaron el 19 de diciembre pasado debido al alza de los precios de varios combustibles, medicamentos, productos básicos y alimentos, principalmente el pan, que triplicó en solo unos meses.