Comerciantes de la zona centro de Toluca mencionaron que las afectaciones por el cierre del primer cuadro es mayúsculo, debido a que tuvieron que cerrar por instrucciones de la autoridad, y los compromisos que tiene que cumplir son muchos.
“Hay muchos negocios que no somos esenciales, es verdad, pero también es la única forma que tenemos de vivir honradamente, no sabemos hacer otra cosa; tenemos un negocio que nos da para sacar a nuestra familia adelante”, señaló David, uno de los comerciantes establecidos en el primer cuadro.
Desde que empezó la pandemia por COVID-19 las ventas bajaron considerablemente y empezamos a ver mermadas nuestros recursos, en el mes de marzo había ventas y por lo menos salía para vivir al día, pero ahora que definitivamente nos dieron la instrucción de cerrar, las afectaciones cada vez son mayores.
David, vendedor de artículos religiosos señaló que debido a la nueva realidad que vive el público en general como los comerciantes, han tenido que adoptar otras formas de venta, como por internet, lo que les ha resultado.
“Apenas estamos iniciando la venta a través de redes sociales, y la respuesta ha sido positiva, pues ya son dos ocasiones en que hemos ido a Zitácuaro a dejar pedidos, sin embargo, lo que nos interesa también es no descuidar a los clientes que ya tenemos en Toluca y que apenas están entrando en esta dinámica”.
Asimismo, otros comerciantes han solicitado al presidente municipal de Toluca que retire las vallas que impiden el tránsito de la gente a los negocios que se encuentran ubicados dentro de Los Portales.
Locatarios ubicados en dicho lugar señalaron que la petición va encaminada a que los comercios puedan prepararse para el regreso de actividades y para eso, necesitan sanitizar sus negocios, capacitar al personal, instalar la infraestructura necesaria para operar en los más altos estándares de sanidad, así como recibir los productos e insumos que requieren”.
Cabe recordar que el gobierno municipal dio a conocer en fechas recientes que la capital mexiquense se encuentra en la etapa de máximo riesgo de la contingencia, por lo que implementó estrategias para contener la movilidad en las zonas de mayor afluencia.