La bandera política de la defensa de las mujeres tan usada como falsa, los resultados en contra de la violencia de género y los feminicidios, siguen siendo nulos.
Los políticos llevan enarbolando esto desde hace dos décadas y cada que hay elecciones hacen lo mismo.
Sin embargo, la realidad de las féminas es otra, en las calles, hogares y aún en el trabajo, son objeto de violencia de todo tipo o asesinadas y las autoridades no pueden con el paquete.
Solo un caso bastará de ejemplo, la dirigente del PRI estatal asegura estar del lado de las mujeres, pero permanece callada ante situaciones que implican a sus correligionarios en violencia de género.
Pero, si la señalan directamente, sale a defender sus derechos, suena incogruente su discurso, calló por mucho tiempo y solo habla cuando se sintió agredida.