Voluntariados de feligresía de San Jerónimo Chicahualco acudieron a la Arquidiócesis de Toluca para exigir que la autoridad eclesiástica intervenga y haga valer el poder de los sacerdotes, pues aseguran que un grupo reducido de personas son quienes mandan y deciden en la iglesia.Guillermina Ahumada Romero, vecina de San Jerónimo dijo que los sacerdotes no duran en la parroquia, debido a que un grupo de mayordomos, maestros y licenciados, son los que mandan y deciden que puede y que no puede hacer el párroco del lugar, «el sacerdote es el que debe decidir que actividades se realizan para bienestar de la iglesia y dichas personas no lo dejan trabajar.»Son alrededor de cuatro sacerdotes los que pasan por la iglesia y corren con la misma suerte, no duran porque unas cuantas personas les dicen que hacer y solamente es para apoderse del dinero que entra en la iglesia, por que sí hay dinero», comentó.La señora Guillermina acompañada de otros feligreses acudieron a las instalaciones de la Arquidiócesis a entregar un documento con la firma de la población que está en contra de lo que hacen pobladores de San Jerónimo Chicahualco y apoyan al 100 por ciento al Sacerdote Alberto Colindres Flores.»No hay sacerdotes, son muy pocos y con este tipo de actividades estamos acabando con ellos y no se vale, eso es un ataque directo con nuestra iglesia y tenemos que defender», aseveró.