El Pacto por la Primera Infancia, junto con la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) A.C., y el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, realizaron la 4ª Semana Nacional de Inversión en Primera Infancia, a fin de insistir en la urgencia de incrementar recursos a programas clave que garanticen los derechos de las niñas y niños menores de 6 años en México.
Este evento se llevó a cabo en la Cámara de Diputados, en el marco del análisis, discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2024 por parte de la LXV Legislatura. A pesar de que hay buenas noticias, pues para el 2024 la primera infancia contará con un presupuesto total de $190 mil 599 millones ($18 mil 911 millones más que el ejercicio previo, 11% adicionales), México continúa siendo uno de los países que menos gasta en sus niñas y niños más pequeños, ya que tan sólo invierte para la primera infancia el 0.6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Si bien es cierto que por cuarto año consecutivo se incrementó el presupuesto para la primera infancia, también lo es que este presupuesto es insuficiente, pues en 2024 se destinará tan sólo el 2.1% del total del gasto público, proporción aún menor que lo destinado en 2018, que fue de 2.13%. Asimismo, destaca negativamente que tan sólo el 11.4% del presupuesto total de Educación, el 5.4% de Salud y únicamente el 0.7% para Protección Social se asignarán en beneficio de las niñas y niños menores de 6 años.
Esto es importante, pues tal y como lo demuestra la evidencia científica, la ausencia de inversión pública en el desarrollo infantil generará mayores desigualdades en el futuro para las niñas y niños.
Anexo 18: menor al aprobado en 2018 en términos reales
Por otra parte, para el 2024 se proyecta un presupuesto de $966 mil 107 millones para el Anexo 18, lo que implica un incremento del 7%, con $66 mil 586 millones de pesos adicionales al ejercicio previo. Sin embargo, aunque este incremento parece algo positivo, en términos reales no lo es tanto, pues significa tan sólo un incremento del 4%, y comparado con el 2018 en realidad es 4% menor.
Asimismo, las asignaciones presupuestales en Salud y Protección Social para la primera infancia se han reducido de manera preocupante: en el periodo 2018-2024 se han contraído en términos reales un 40% y 49% respectivamente. Esto nos indica claramente que la inversión pública en la primera infancia no es prioridad.
Por poner un ejemplo, el presupuesto del programa “Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores” se ha incrementado casi 11 veces desde el 2018. Para 2024 se prevé un presupuesto de $465 mil 048 millones, lo que implica un incremento real del 32%; en contraste, el presupuesto para primera infancia se incrementa un 7% en términos reales, y la asignación para la primera infancia del Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras aumenta en tan sólo el 2% real.
De acuerdo con el CIEP, para 2024 el presupuesto público en México destinará 2 billones de pesos a la población adulta mayor y dejará un desbalance en el financiamiento de la primera infancia. El presupuesto del programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores es más del doble que el total del presupuesto de todos los programas que se orientan a las niñas y niños menores de 6 años.