
Fátima es una niña alegre de seis años de edad, cuya historia de vida simboliza
la fortaleza de su familia, ya que fue diagnosticada con cáncer y, gracias al
apoyo de la Junta de Asistencia Privada del Estado de México (JAPEM), continúa
adelante con su desarrollo, y muy contenta expresa que ya se sabe los colores
en inglés.
“Ella tenía escasamente un año, un mes, para ser exactos, tenía puntitos rojos
en las manos, en la espalda, en las plantas de los pies e inflamación en el
bazo e hígado, así como seborreico en la cabecita”, relató María de la Paz
González Mendoza, mamá de Fátima, al recordar cómo fueron los síntomas que afectaron
la salud de su hija, a principios del año 2014.
Con estos síntomas acudieron a la clínica más cercana a su localidad, Jalpa de
los Baños, en Ixtlahuaca, y a un consultorio pediatra privado quienes les
recomendaron trasladarse al Hospital del Niño, en Toluca.
Ahí, Fátima fue diagnosticada con Histiocitosis de Células de Langerhans, cuyo
tratamiento requiere quimioterapias.
“Una vez que conocemos que enfermedad tiene, nos explica el doctor cuál es el
proceso que hay que llevar para afrontarla y posterior a ello, nos quedamos
dentro del hospital a darle la atención necesaria para salvar la vida de mi
hija”, comentó María de la Paz.
De los aspectos que más le preocupaban a la familia de Fátima, era cuando le
hacían aspirados de médula, “ella tendía a enfermarse mucho de la garganta, de
hecho siempre, o por lo general estaba en tratamientos con nebulizaciones,
también nos daba un poco de miedo cuando la sometían a los aspirados de médula,
entonces pues la dormían y no sabía si iba a despertar o no”, detalló.
María de la Paz recordó que tanto ella como su familia tuvieron negación por lo
que les estaba ocurriendo, sin embargo, una vez asimilado el padecimiento
decidieron acudir a su tratamiento, para lo cual tenían que trasladarse de su
lugar de origen hacia Toluca, situación que les fue difícil por el costo del
pasaje y por la escasez del transporte.
Es ahí donde su caso es canalizado por la JAPEM, organismo sectorizado a la
Secretaría de Desarrollo Social, hacia la IAP AMANC estatal, institución que
recibió cálidamente a Fátima y su familia para ser apoyadas en cuestión de
hospedaje, transporte, alimentación y ayuda psicológica.
Para María de la Luz, recibir atención por parte de AMANC significó un gesto
sustancial en un momento complicado de sus vidas, lo que le dio serenidad y
fuerza para seguir adelante.
“Tranquilidad, eso es lo que significa para nosotros, porque estás es un
proceso físico, emocional y económicamente complejo, en el cual no rindes”,
señaló.
Una vez que pasó lo más complicado para Fátima y que la colocaron en
vigilancia, María de la Luz y su esposo, Juan Téllez, han hecho todo por
superarse académicamente y en un futuro obtener más ingresos que les ayude en
las situaciones difíciles, recientemente acaban de terminar sus estudios de
licenciatura.
“Quisimos salir adelante principalmente porque Fátima nos dio una lección de
vida, no es necesario pasar por esta enfermedad para salir adelante, sin
embargo ésa fue nuestra misión.
“No flaqueen, siempre busquen la manera de salir adelante, que hay
instituciones que te ayudan como la JAPEM, y te apoyan a que sigas cumpliendo
sueños y metas”, expresó la mamá de Fátima como mensaje hacia las personas que
tienen un familiar enfermo.
Isidoro Tejocote Romero, Oncólogo pediatra del Hospital del Niño y que lleva el
caso de Fátima, explicó que la menor ya pasó por las etapas médicas de
diagnóstico y tratamiento, por lo que se encuentra en el último año de la etapa
de vigilancia, y si todo continúa como hasta ahora, en poco tiempo se puede
declarar la cura de su enfermedad.
La JAPEM canaliza casos como el de Fátima a las Instituciones de Asistencia
Privada correspondientes, con el objetivo de cubrir de manera más amplia las
necesidades de la población vulnerable de la entidad.