Graciela Escobar Monroy, supervisora de la Zona Escolar J020 de Educación Preescolar en San Felipe del Progreso denunció que, por no alinearse políticamente, fue afectada de manera laboral por autoridades educativas.
La afectada señaló que la maestra Suseth de la O Bello, titular de la Subdirección Regional de Educación Básica le hizo una invitación a nombre del subdirector de Educación Básica, Rogelio Tinoco y del gobernador del estado de México para trabajar a favor de los candidatos PRI en la zona norte de la entidad, particularmente en Atlacomulco y San Felipe del Progreso.
La invitación, dijo, consistía en trabajar desde lo familiar y lo laboral, es decir, hacer labor con directores de escuelas, maestros y padres de familia para lograr votos a favor del candidato priistas tanto a la alcaldía, diputación local y federal.
Señalando que, para poder lograr el objetivo, las autoridades educativas enviarían una base de datos a través de correos personales, del padrón de directores, profesores y padres de familia, y así asegurar los votos.
“Yo le hice saber que no tenía afiliación política, incluso que había sido militante del PRI, pero ante el mal manejo del partido renuncié, y por lo mismo mi apoyo sería para el mejor candidato sin importar militancia”, indicó.
Luego de negarse a realizar la invitación que se les estaba realizando, Escobar Monroy, fue llamada por la directora general de Educación Preescolar en el Estado de México y junto con personal del área jurídica fue asignada al Centro de Maestros, en Lerma.
“El 21 de abril, fui convocada por la titular de la Subdirección de Educación Básica quien me hizo una invitación a sumarme y apoyar a los candidatos priístas y al negarme, días después me notificaron mi cambio al municipio de Lerma, lo cual, me afecta de forma considerable, porque mi domicilio se encuentra en Atlacomulco, y al preguntar a qué se debía dicha reubicación, la respuesta fue, por mi excelente trayectoria, es decir, que me premiaron”.
La supervisora escolar comentó que a fin de no caer en omisión, se ha presentado al nuevo lugar de trabajo, sin embargo, no hay a quien dirigirse y las personas que se supone deberían recibirla no están enteradas del cambio y tampoco cuentan con la documentación que acredita el mismo.
“Este movimiento se da desde mayo y a pesar de que no he caído en omisión, si hago un llamado a las autoridades educativas estatales para que reconsidere este cambio, pues no es justificable”, dijo la supervisora escolar.
La maestra normalista declaró que la credibilidad en las instituciones sigue intacta, sin embargo, lamentó que se usen para premiar o castigar, el apoyo político o la negativa a este.
Cabe destacar que Graciela Escobar Monroy, tiene poco más de 28 años de servicio y se desempeña como supervisora escolar desde el año 2003, y desde el año 2006 su plaza se radica en el municipio de San Felipe del Progreso.