Donald Trump quiere enterrar definitivamente a su última rival por la nominación presidencial republicana, Nikki Haley, y erigirse como el gran campeón de su partido durante el «supermartes», cuando 15 estados votan simultáneamente en las primarias, para luego poder centrarse en el duelo con Joe Biden.
En el pasado, el «supermartes» acaparaba toda la atención y esfuerzos, tanto humanos como de recaudación de fondos.
Decenas de millones de estadunidenses están llamados a las urnas para designar a sus candidatos republicanos y demócratas a las elecciones presidenciales de noviembre.
Lo harán desde Maine, en el extremo noreste de Estados Unidos, hasta California, en la costa oeste, pasando por Texas, en el sur, e incluso la Samoa Americana, un pequeño territorio en el Pacífico.
Alabama, Arkansas, Colorado, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y Virginia también votarán.
Tradicionalmente, este día impulsa a los candidatos hacia la nominación o frena las aspiraciones de algunos. Pero esta vez está desprovisto de misterio.
En el lado republicano se han retirado todos menos dos, y Donald Trump es, con diferencia, el favorito a pesar de sus problemas legales.
Trump, el favorito
El expresidente ha ganado casi todas las primarias de su partido desde enero, con excepción de Washington, la capital de Estados Unidos, donde Haley se impuso el domingo. Muchos de sus rivales han tirado la toalla por el camino.
La exembajadora ante la ONU, de 52 años, es la única que todavía se interpone en su camino.
La también exgobernadora de Carolina del Sur, que encarna el ala moderada del Partido Republicano, promete restablecer la «normalidad» frente al «caos de Trump».
Suele atacar a su rival por su edad (77 años) y le exige que se someta a una prueba de aptitud intelectual.
Los votantes republicanos hacen oídos sordos.
Según las encuestas, se espera que Trump gane en todos los estados en juego el martes, gracias al apoyo de una base de simpatizantes muy sólida.
Su asesor Jason Miller declaró que espera «victorias, muchas victorias» el martes por la noche.